Lut (o Lot en el Taurat/Biblia) era sobrino de Ibrahim (la paz sea con él). Había escogido vivir en una ciudad llena de gente malvada. Alá usó esta situación como señales proféticas para todas las personas. Pero, ¿cuáles son los signos? Para responder a esto, debemos prestar mucha atención a las diferentes personas en esta historia. Haz clic aquí para leer el relato tanto en Taurat como en el Corán.
En el Taurat y el Corán podemos ver que hay tres grupos de personas, así como los ángeles (o mensajeros) de Alá. Pensemos en cada uno por separado.
Los hombres de Sodoma
Estos hombres eran extremadamente perversos. Estos hombres esperaban violar a otros hombres (que en realidad eran ángeles, pero como los hombres de Sodoma pensaban que eran hombres, planeaban violarlos en grupo). Este tipo de pecado era tan malo que Dios decidió juzgar a toda la ciudad. El juicio fue consistente con el juicio dado a Adán. De vuelta al principio Alá había advertido a Adán que el juicio por el pecado era la muerte. Ningún otro tipo de castigo (como palizas, encarcelamiento, etc.) fue suficiente. Alá le había dicho a Adán
“… pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás». (Génesis 2:17)
De manera similar, el castigo por los pecados de los hombres de Sodoma fue que ellos también tenían que morir. De hecho, toda la ciudad y todos los que vivían en ella iban a ser destruidos por fuego del cielo. Este es un ejemplo de un patrón que luego fue explicado en el Injil:
Porque la paga del pecado es muerte… (Romanos 6:23)
Los yernos de Lut
En el relato de Noe, Alá juzgó al mundo entero, y de acuerdo con la señal de Adán, el juicio fue la muerte en una gran inundación. Pero el Taurat y el Corán nos dicen que el mundo entero entonces era ‘malvado’. Alá juzgó a los hombres de Sodoma pero ellos también eran perversamente malvados. Solo con estos relatos podría sentirme tentado a pensar que estoy a salvo del juicio de Alá, porque no soy tan malvado. Después de todo, creo en Alá, hago muchas cosas buenas y nunca he cometido actos tan malos. Entonces, ¿estoy a salvo? La señal de Lut con sus yernos me advierte. No formaban parte de la pandilla de hombres que intentaban cometer una violación homosexual. Sin embargo, no tomaron en serio la advertencia del juicio venidero. De hecho, el Taurat nos dice que ellos pensaron que ‘él (Lut) estaba bromeando’. ¿Fue su destino diferente al de los otros hombres de la ciudad? ¡No! Sufrieron el mismo destino. No hubo diferencia en el resultado entre estos yernos y los hombres malvados de Sodoma. La señal aquí es que todos deben tomar en serio estas advertencias. No son solo para gente perversa.
Esposa de Lut
La esposa de Lut es una gran señal para nosotros. Tanto en Taurat como en el Corán, ella también pereció junto con las demás personas. Ella era la esposa de un profeta. Pero su relación especial con Lut no la salvó a pesar de que ella tampoco practicaba la homosexualidad como lo hacían los hombres de Sodoma. Los ángeles les habían mandado:
‘y que ninguno de vosotros se vuelva!’ (Sura 11:81) El Hud or
‘No mires hacia atrás‘ (Génesis 19:17)
El Taurat nos dice que
Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y se quedó convertida en estatua de sal.. (Génesis 19:26)
No se explica qué significa exactamente su ‘mirar hacia atrás’. Pero evidentemente pensó que podía ignorar una pequeña orden de Alá y pensó que no importaría. Su destino, con su ‘pequeño’ pecado, fue el mismo que el de los hombres de Sodoma con su ‘gran’ pecado: la muerte. Esta es una señal muy importante para mí que me impide pensar que algunos pecados ‘pequeños’ están exentos del juicio de Alá: la esposa de Lut es nuestra señal para advertirnos contra este pensamiento erróneo.
Lut, Alá y los Ángeles Mensajeros
Como vimos en el Signo de Adán, cuando Alá juzgó, también proporcionó Misericordia. En ese Juicio fue proveyendo ropas de piel. Con noé, cuando Alá Juzgó, volvió a proporcionar Misericordia a través del arca. Una vez más, Alá, incluso en Su Juicio, tiene cuidado de dar también Misericordia. El Taurat lo describió:
Como Lot titubeaba, los hombres (los ángeles que parecían hombres) lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad, porque el Señor les tuvo compasión. (Génesis 19:16)
¿Qué podemos aprender de esto? Al igual que en las Señales anteriores, la Misericordia era universal, pero se brindaba de una sola manera: guiándolos fuera de la ciudad. Alá, por ejemplo, no proporcionó Misericordia al hacer también un refugio en la ciudad que pudiera resistir el Fuego del Cielo. Solo había una forma de recibir la Misericordia: seguir a los ángeles fuera de la ciudad. Alá no extendió esta Misericordia a Lut y su familia porque Lut era perfecto. De hecho, tanto en Taurat como en el Corán vemos que Lut estaba dispuesto a ofrecer a sus hijas a los violadores, una oferta que no era noble. El Taurat nos dice incluso que Lut ‘vaciló’ cuando los ángeles le advirtieron. Incluso en todo esto, Alá extendió la Misericordia al ‘agarrarlo’ y sacarlo. Esta es una señal para nosotros: Alá nos extenderá Misericordia, y no depende de nuestro mérito. Pero nosotros, como Lut, necesitamos recibir esta Misericordia para que nos ayude. Los yernos no la recibieron y por tanto no se beneficiaron de ella.
La Torá nos dice que Alá extendió esta Misericordia a Lot porque su tío, el gran Profeta Ibrahim (la paz sea con él) había orado por él (ver el pasaje en Génesis aquí). La Torá continúa a través de los signos de Ibrahim con la promesa de Alá de que “Todas las naciones de la tierra serán bendecidas porque me habéis obedecido” (Génesis 22:18). Esta promesa debe alertarnos porque no importa quiénes somos, qué idioma hablamos, qué religión tenemos o dónde vivimos, podemos saber que tanto tú como yo somos parte de ‘todas las naciones de la tierra’. Si la intercesión de Ibrahim movió a Alá a extender Su Misericordia a Lot, aunque él no la mereciera, ¿cuánto más las Señales de Ibrahim nos extenderán Misericordia a nosotros, que pertenecemos a ‘todas las naciones’? Con este pensamiento continuamos en la Torá mirando a continuación a los Signos de Abraham.