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El día: Al-Qariah y At-Takathur y el Masih

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Surah Al-Qariah (Surah 101 – La Calamidad) describe el próximo Día del Juicio así:

¿Qué es la Calamidad?
Y ¿cómo sabrás qué es la calamidad?
El día que los hombres parezcan mariposas dispersas
y las montañas copos de lana cardada,
entonces, el autor de obras de peso
gozará de una vida agradable,
miemtras que el autor de obras ligeras
tendrá un abismo por morada.

Al-Qariah 101:2-9

Surah Al-Qariah nos dice que aquellos que tienen un gran balance de buenas obras pueden esperar que les vaya bien en el Día del Juicio. 

Pero, ¿qué pasa con aquellos de nosotros cuyo balance de buenas obras es ligero? 

Surah At-Takathur (Surah 102 – La El afán de lucro) nos advierte

El afán de lucro os distrae
hasta la hora de la muerte.
¡No! ¡Ya veréis…!
¡No y no! ¡Ya veréis…!
¡No! Si supierais a ciencia cierta…
¡Veréis, de seguro, el fuego de la gehena!
¡Sí, lo veréis con ojos de certeza!
Luego, ese día, se os preguntará, ciertamente, por la delicia.

At-Takatur 102:1-8

Surah At-Takathur nos dice que el fuego del Infierno nos amenaza en el Día del Juicio cuando seremos ‘interrogados’. 

¿Cómo nos preparamos para ese Día si nuestro saldo de buenas obras es ligero? 

El Profeta Isa el Masih vino específicamente para ayudar a aquellos de nosotros que tenemos un ligero balance de buenas obras. Dijo en el evangelio que

—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. 36 Pero, como ya les dije, a pesar de que ustedes me han visto, no creen. 37 Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo. 38 Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.

41 Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo». 42 Y se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que sale diciendo: “Yo bajé del cielo”?»

43 —Dejen de murmurar —replicó Jesús—. 44 Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 En los profetas está escrito: “A todos los instruirá Dios”.[d] En efecto, todo el que escucha al Padre y aprende de él viene a mí. 46 Al Padre nadie lo ha visto, excepto el que viene de Dios; solo él ha visto al Padre. 47 Ciertamente les aseguro que el que cree tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y sin embargo murieron. 50 Pero este es el pan que baja del cielo; el que come de él no muere. 51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.

Juan 6:35-51

El profeta Isa el Masih afirmó que ‘Yo bajé del cielo’ y que dará ‘vida eterna’ a cualquiera que crea en él. Los judíos que lo escuchaban le exigieron probar esta autoridad. El profeta se refirió a los profetas anteriores que profetizaron su venida y su autoridad. Podemos ver como la Taurat de Musa predijo su venida y también los profetas después de Musa (la paz sea con él). Pero, ¿qué significa ‘creer en él’? Nosotros miramos a esto aqui.

Isa el Masih también mostró su autoridad a través de señas. de curación y sobre la naturaleza. Explicó en su enseñanza

Jesús esperó hasta la mitad de la fiesta para subir al templo y comenzar a enseñar. 15 Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó este tantos conocimientos sin haber estudiado?»

16 —Mi enseñanza no es mía —replicó Jesús—, sino del que me envió. 17 El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta. 18 El que habla por cuenta propia busca su vanagloria; en cambio, el que busca glorificar al que lo envió es una persona íntegra y sin doblez. 19 ¿No les ha dado Moisés la ley a ustedes? Sin embargo, ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué tratan entonces de matarme?

20 —Estás endemoniado —contestó la multitud—. ¿Quién quiere matarte?

21 —Hice un milagro y todos ustedes han quedado asombrados. 22 Por eso Moisés les dio la circuncisión, que en realidad no proviene de Moisés, sino de los patriarcas, y aun en sábado la practican. 23 Ahora bien, si para cumplir la ley de Moisés circuncidan a un varón incluso en sábado, ¿por qué se enfurecen conmigo si en sábado lo sano por completo? 24 No juzguen por las apariencias; juzguen con justicia.

¿Es este el Cristo?

25 Algunos de los que vivían en Jerusalén comentaban: «¿No es este al que quieren matar? 26 Ahí está, hablando abiertamente, y nadie le dice nada. ¿Será que las autoridades se han convencido de que es el Cristo? 27 Nosotros sabemos de dónde viene este hombre, pero cuando venga el Cristo nadie sabrá su procedencia».

28 Por eso Jesús, que seguía enseñando en el templo, exclamó:

—¡Con que ustedes me conocen y saben de dónde vengo! No he venido por mi propia cuenta, sino que me envió uno que es digno de confianza. Ustedes no lo conocen, 29 pero yo sí lo conozco porque vengo de parte suya, y él mismo me ha enviado.

30 Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano porque aún no había llegado su hora. 31 Con todo, muchos de entre la multitud creyeron en él y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales que este hombre?»

32 Los fariseos oyeron a la multitud que murmuraba estas cosas acerca de él, y junto con los jefes de los sacerdotes mandaron unos guardias del templo para arrestarlo.

33 —Voy a estar con ustedes un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió. 34 Me buscarán, pero no me encontrarán, porque adonde yo esté no podrán ustedes llegar.

35 «¿Y este a dónde piensa irse que no podamos encontrarlo? —comentaban entre sí los judíos—. ¿Será que piensa ir a nuestra gente dispersa entre las naciones,[c] para enseñar a los griegos? 36 ¿Qué quiso decir con eso de que “me buscarán, pero no me encontrarán”, y “adonde yo esté no podrán ustedes llegar”?»

Jesús en el último día de la fiesta

37 En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó:

—¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice[d] la Escritura, brotarán ríos de agua viva.

39 Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía.

40 Al oír sus palabras, algunos de entre la multitud decían: «Verdaderamente este es el profeta». 41 Otros afirmaban: «¡Es el Cristo!» Pero otros objetaban: «¿Cómo puede el Cristo venir de Galilea? 42 ¿Acaso no dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David, y de Belén, el pueblo de donde era David?» 43 Por causa de Jesús la gente estaba dividida. 44 Algunos querían arrestarlo, pero nadie le puso las manos encima.

Juan 7:14-44

El Agua Viva prometió que era el Espíritu, que vino en Pentecostés, y ahora da Vida gratuitamente, protegiéndonos de la muerte en el Dia del juicio. Solo tenemos que reconocer nuestra sed.

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